Me llena de orgullo y satisfacción... (y aquí ya dejo la frase) que me haya florecido este cactus.
Se trata del mismo género que el conocido peyote (L. williamsii), pero esta especie carece de componentes psicotrópicos.
Lo compré este año en Ortegacactus y ya ha florecido. No me lo esperaba, porque la mata de pelos que coronaba el cactus escondía el capullo que se estaba formando. Así que ha sido toda una sorpresa.
No es uno de los típicos cactus baratos, pero lo recomiendo para quien quiera tenerlo. Eso sí, tiene una serie de peculiaridades como que la mayoría de su masa está bajo tierra en forma de raíz napiforme, lo que condiciona el tipo de recipiente en que tiene que ponerse y además es propenso a podredumbre. En internet hay mucha información en su cultivo.
Ahora las fotos, de perfil y desde arriba.