La semana pasada, en un accidente de coche.
Una vida e ilusiones truncadas de bruscamente.
Para ti Javier, que casi nunca desde que nos conocemos tuvimos tiempo de quedar tranquilamente a hablar de los peces o de otras cosas. Excepto cuando fuimos en octubre a Francia a ver y comprar cíclidos.
Ya ha pasado casi una semana y aún no me salen las palabras. Donde quiera que estés, descansa en paz y siempre nos acordaremos de ti.
Un abrazo para su hermana Maribel, que también nos acompañó en esa paliza de viaje a Francia, hace tan sólo un par de meses. Por supuesto también para el resto de la familia, novia y amigos, como Nacho, con quien tantos proyectos tenía en común y que fue quien me avisó del suceso.
Descansa en paz Javier. Lo siento, pero no puedo expresarme mejor todavía.